Además de los artículos anteriores sobre el prototipo BMW Vision ConnectedDrive, ahora nos gustaría echar un vistazo más de cerca al diseño exterior del vehículo. Según nuestra información, no se trata de un anticipo de un próximo modelo de producción, pero el lenguaje de diseño sigue mereciendo atención.
Incluso a primera vista, el vehículo es un roadster clásico, reducido a lo esencial, con un diminuto parabrisas que sale del capó y sin capota: capó largo, batalla larga, habitáculo situado muy atrás, voladizos cortos y la silueta extremadamente plana prometen mucho placer de conducción, aunque este estudio, por una vez, no trate sobre dinámica de conducción.
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Las líneas afiladas crean la impresión de superficies tensadas y proporcionan un interesante juego de luces y sombras, como sabemos de los vehículos de la era Bangle. Los riñones, que se levantan pronunciadamente al viento, están ligeramente inclinados hacia delante y alineados horizontalmente, de forma similar a los modelos anteriores, lo que acentúa la anchura del vehículo.
Uno de los mayores atractivos de la vista lateral son sin duda las puertas, inspiradas en cierto modo en el innovador concepto del BMW Z1 Roadster. Al igual que el Z1, el Vision ConnectedDrive podría conducirse con las puertas abiertas. Mientras que en el Z1 la puerta podía deslizarse hacia abajo, en el estudio actual consta de dos partes. El elemento exterior de la puerta se desliza hacia delante al abrirla, mientras que el interior desaparece en la parte trasera del vehículo.
Al igual que los riñones, los típicos faros dobles redondos también son muy planos y acentúan así el aspecto dinámico del vehículo. Debajo de los faros, grandes entradas de aire garantizan que el motor, que por desgracia no se nombra en detalle, reciba suficiente aire para respirar.
La vista trasera se caracteriza por dos grandes salidas de aire, así como por unos faros traseros situados muy lejos y diseñados en la típica forma de L, que recuerdan al concept car Vision EfficientDynamics. Al igual que en el estudio del IAA de 2009, las luces traseras del último concept car cumplen varias funciones. Su forma forma parte de la aerodinámica y, además, todos los sensores necesarios para detectar el entorno trasero están alojados en los grupos ópticos.
Por cierto, la razón por la que el estudio es un roadster está directamente relacionada con el diseño y con BMW ConnectedDrive: Visto a vista de pájaro, el exterior, el concepto de iluminación y el interior se funden en un todo homogéneo que ilustra la interacción de las tres capas de confort, infoentretenimiento y seguridad en el marco de ConnectedDrive.