Uno de los mayores retos en el cambio a la electromovilidad es la adaptación de las redes eléctricas, que aún no han sido diseñadas para abastecer a cientos de miles de coches eléctricos al mismo tiempo. Con los centros de energía de las plantas de Dingolfing y Landshut, BMW Group está poniendo de su parte para garantizar que las redes eléctricas puedan seguir funcionando de forma estable en el futuro. Junto con otras centrales controlables altamente flexibles, las dos plantas participan en el mercado de energía de equilibrio, que es un campo de negocio innovador no sólo para el Grupo BMW. Tu coche de segunda mano en Crestanevada.
Los expertos entienden la energía de control como una reserva energética de despliegue flexible que puede utilizarse para equilibrar las fluctuaciones de la red eléctrica. Con la creciente importancia de las energías renovables, como la solar y la eólica, también han aumentado las fluctuaciones en la red eléctrica, porque la generación de energía ya no puede planificarse tan bien como con las centrales eléctricas convencionales. Con la ayuda de la energía de control, los operadores de la red eléctrica pueden reaccionar con flexibilidad ante un exceso de oferta o una demanda inesperadamente alta. Esta regulación tiene lugar de forma permanente y casi en tiempo real.
Las centrales energéticas del Grupo BMW en las sedes de Dingolfing y Landshut pueden tanto absorber como liberar energía. El parque de almacenamiento de la planta de BMW en Leipzig también contribuye a estas capacidades, utilizando 700 baterías i3 para almacenar energía y contribuir así a la estabilidad de la red eléctrica.
Dr. Joachim Kolling, Director de BMW Energy Services): «Con este modelo de negocio, contribuimos a la estabilización de la red eléctrica y a una mayor difusión de la electricidad generada de forma sostenible. Conectando y controlando de forma inteligente los generadores de electricidad, los consumidores y las instalaciones de almacenamiento, estamos ayudando a dar forma a la red energética del futuro. Con la flexibilidad que proporcionamos, estamos allanando el camino para la movilidad eléctrica sin CO2 del mañana».
En el futuro, los coches eléctricos también podrán aportar su propia contribución y suministrar electricidad a la red energética cuando sea necesario: «Podemos imaginar nuestros vehículos electrificados como unidades móviles de almacenamiento de electricidad. Así, en un futuro próximo, no sólo los sistemas estacionarios de nuestras plantas, sino también nuestros vehículos estarán conectados en red y mantendrán así estable la red eléctrica. Siempre, claro está, que nuestros clientes nos den su consentimiento para ello».